El Jach’a Tantachawi se realizó con la presencia de 120 representantes, acreditados entre chacha-warmi por las nueve UTD. Una comisión técnica del Tribunal Electoral Departamental (TED) Oruro supervisó la elección, a la cabeza de su presidente Rudy Huallas y la vocal Ana María Gonzáles. El proceso contó, además, con la presencia de la vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Lucy Cruz, quien acompañó la elección.
Salinas se constituye en la cuarta autonomía indígena originario campesina que elige a sus autoridades originarias para conformar su gobierno indígena de acuerdo a las normas y procedimientos propios establecidos en su estatuto autonómico.
De acuerdo con los mandatos del Estatuto de la Autonomía Indígena, Betty Condori ejercerá esta función por dos años y deberá coordinar su trabajo con las y los nueve Qulqi Apnaqiris, responsables del manejo administrativo del gobierno indígena en las nueve unidades territoriales descentralizadas.
Las y los Qulqi Apnaqiris fueron electos para un periodo de cuatro años en un proceso que comenzó el 30 de julio y se desarrolló de acuerdo al Calendario Electoral que consensuaron las autoridades originarias.
Para la elección de la Qulqi Kamachi, el Jach’a Tantachawi usó el mecanismo de consenso, es decir que cada una de las y los representantes acreditados manifestó de forma pública su apoyo a una de las dos candidaturas. Cada voto fue registrado ante todo el auditorio, sobre un pizarrón que se dispuso al efecto.
La reunión comenzó cerca de las 11:00 horas con un acto ritual y fue presidido por el Consejo Supremo de Gobierno conformado por las autoridades originarias de Ucumasi, Aroma, Phajcha San Martín, Challacota, Kulli Yaretani, Huatari, Cora Cora, Thunupa y Villa Esperanza; y encabezado por el Jiliri Mallku de Ucumasi, Ángel Guarachi Ramírez.
“Las mamas (mujeres) también hemos venido a votar”
Si bien al momento de iniciar el proceso de votación se estableció que el voto de las representaciones chacha-warmi se contabilizaría como uno, la decisión tuvo que ser reconsiderada por el Consejo Supremo de Gobierno debido a la protesta de las mujeres presentes.
“Las mamas (mujeres) también hemos venido a votar; sino para qué he venido”, se escuchó reclamar a algunas. “Si no nos van a dejar votar a las mujeres, entonces no deberían pedir que vengamos como chacha-warmi”, protestaron otras. Finalmente, el Consejo Supremo consideró el voto de las mujeres como distinto al de los hombres asistentes.