Contribuir a la participación organizada de los movimientos y organizaciones sociales en los procesos de desarrollo local, regional, nacional y global, para gestionar y fortalecer la protección y el ejercicio de sus derechos y el mejoramiento integral de las condiciones de vida.
Fortalecer la efectividad de las asociadas como actores en el desarrollo, para facilitar la coordinación estratégica y la interlocución con el Estado y con la cooperación internacional en torno a políticas públicas de desarrollo y derechos humanos.
Promover un entorno favorable para el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, en alianza con otros actores nacionales e internacionales, que garantice las condiciones adecuadas para aportar al desarrollo, a la vigencia de los derechos humanos y la democracia.